lunes, 14 de julio de 2014

IMÁGENES

Un poco de leche para El Batán



Autor: Marco Antonio Sánchez Ramos
Aspectos Técnicos:
Cámara Canon EOS 6D
Lente 24-105
Longitud focal 55


Tiempo de exposición 15 segundos

El escepticismo

Marco Antonio Sánchez Ramos

El aspecto que considero más importante del pensamiento científico es el escepticismo. Contrario a la definición popular que dice que el escéptico considera  que la verdad no existe o, peor aún, que  duda de todo, la etimología nos lleva por un camino mucho más interesante y dinámico. Escepticismo viene de la palabra griega Sképsis, que significa "observar con detenimiento", "indagar", es decir, el escéptico es aquél que observa cuidadosamente e investiga antes de emitir un juicio sobre algo, no es un ente pasivo que niega o duda de las cosas, él va en busca de ideas alternativas, contrastantes, novedosas, que amplíen su visión y le permitan comprender mejor. En la ciencia no se trata de creer ciegamente o dudar de todo, esos extremos no nos sirven para comprender nuestro mundo, se trata de observar de una manera distinta, de plantear los problemas desde otras perspectivas, de buscar explicaciones alternativas y para eso necesitamos ser escépticos y, a la par de esto, tener la libertad de expresar nuestras ideas, defenderlas, discutir las propuestas de otros y, en el proceso, ir consolidando, rehaciendo o desechando nuestras ideas originales. Si un gobierno, universidad o un profesor no promueven entre los ciudadanos el escepticismo, tendremos serias dificultades para tener personas que generen ideas novedosas, creativas y útiles para la sociedad. Se estará fomentando la formación de individuos que sigan reglas de manera acrítica, técnicos sin la oportunidad de generar innovaciones, repetidores de las ideas y métodos de otros y consumidores de los productos generados en otras partes del mundo.
Michael Shermer, ex editor de la Revista Skeptic, escribió un breve artículo sobre el escepticismo en la Revista Scientific American que tituló: El escepticismo como virtud (Shermer, 1998). Aunque recomiendo ampliamente su lectura, me parece que el título que escogió el autor es inapropiado, porque el ser escéptico no es una virtud, sino una obligación para todos aquellos que quieran desarrollar el pensamiento científico.