lunes, 1 de diciembre de 2014

 ¿Por qué divulgar la ciencia en Querétaro?

León Pablo Bárcenas Clavel


“La divulgación es comunicación, con técnicas, propósitos y medios particulares. Los grupos interdisciplinarios conforman en sí mismos al Divulgador, ese tercer hombre capaz de interpretar para los legos, las sofisticaciones del conocimiento nuevo”.
Luis Estrada

“La Comunicación Pública de la Tecnociencia es un fenómeno complejo y versátil que presenta una gran diversidad de contenidos, formas y funciones, en el que las necesidades del público receptor son tan determinantes como  el contexto, las intenciones y los intereses del emisor”
Miguel Alcíbar.

La divulgación de la ciencia, la comunicación pública del conocimiento científico o la apropiación social del conocimiento, son algunos de los títulos y descriptores con que se hace referencia al acercamiento de las ciencias al público no especializado, en sus diferentes contextos y por lo mismo, utilizando los más  diversos medios y formas de comunicación.
La comunicación pública de la ciencia debería ser parte importante de la actividad de los generadores del conocimiento científico, y una especialización de los profesionales de la comunicación que tienen el interés y compromiso de dar a conocer los avances de la ciencia en nuestros días y su impacto directo e indirecto en nuestro día a día.
Luis Estrada se pregunta ¿cómo integrar la ciencia en la cultura? Una sugerencia práctica es emitir un mensaje propio para cada público receptor, con el fin de alcanzar su cometido, pues cada público es distinto y dada su heterogeneidad se deben adecuar los mensajes y utilizar los medios precisos para que la comunicación sea exitosa.
Estrada continúa: “La divulgación es comunicación, con técnicas, propósitos y medios particulares. Los grupos interdisciplinarios conforman en sí mismos al Divulgador, ese tercer hombre capaz de interpretar para los legos, las sofisticaciones del conocimiento nuevo”.
La divulgación de la ciencia, es parte de tarea educativa necesaria en toda sociedad. Luis Estrada subraya la importancia de seguir tratando de educar (en ciencias y su importancia) a las personas en el poder, para que apoyen el desarrollo científico y la comunicación pública de la ciencia y propone la realización de investigación en divulgación para saber hacia dónde vamos. (Tonda et al.,2002)

Una realidad patente es el escaso  apoyo público dirigido al entendimiento de la ciencia y la tecnología (Hartz y ,Chappel, 2000), realidad que México comparte aún con países de mayor desarrollo científico y tecnológico.
En el contexto que nos ocupa, el estado de Querétaro, la comunicación pública de la ciencia ha sido liderada por el CONCYTEQ desde su fundación en 1986. A partir de 1987 se inicia una de las actividades de divulgación de la ciencia dirigida a estudiantes de nivel medio y medio básico,  Expocyteq,  que a la fecha sigue siendo un importante foro para la comunicación de la ciencia.
Tomando como base la necesidad de que el saber científico sea parte de la cultura en la sociedad del conocimiento, CONCYTEQ  se planteó el objetivo de generar canales de comunicación entre divulgadores e instituciones del estado, que promuevan y faciliten el diseño y la implantación de proyectos multidisciplinarios e interinstitucionales de divulgación de la ciencia. (Diagnóstico Concyteq, 2014)
Los programas inmediatos son la creación de la Red para la Divulgación de la Ciencia en Querétaro, REDICIQ,  y se impulsará el Plan Estatal para la Divulgación de la Ciencia en el mediano plazo.

Bibliografía
Diagnóstico de la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología en el Estado de Querétaro. Gobierno   del Estado de Querétaro. Concyteq. México, 2014.
Hartz, J., Chappell, R. “Mundos separados”. Dirección General de Divulgación de la Ciencia. UNAM. México, 2000.


Tonda, J. Sánchez, A.M., Chávez, N. (coord). “Antología de la divulgación de la ciencia en México”. Ed. Dirección General de Divulgación de la Ciencia. UNAM. México, 2002.

miércoles, 20 de agosto de 2014

La ranita ciega / I

Anaximandro Flores Valderrama

Como parte de la condición humana, siempre − para bien o para mal en nuestra vida − alguien va dejando huella de muchas formas. Una de ellas, la lectura. Recuerdo en las aulas maravillosas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Vallejo, mi preparatoria, las representaciones que hacíamos de la Ilíada y la Odisea en el Taller de Lectura y Redacción. Pasan los años y aún conservo muchos textos que sí leíamos con verdadero placer.
Ya entrado en años me encuentro, a través de la lectura, un monumento intelectual de la Ilustración de mediados del siglo XIX: el prusiano Alexander Von Humboldt (1769-1859), geólogo, especialista en minas, antropólogo, indigenista, padre de la Geografía moderna, de la Fitogeografía, de la Zoogeografía, de la Climatología y la Ecología. Entre 1799 y 1804 realiza un viaje a América. Entre 1803 y 1804 estuvo en México. Ingresó por el Puerto de Acapulco y en su corta estadía visitó los estados de Guerrero, Morelos, México, Distrito Federal, Querétaro. En Guanajuato visita la mina ‘La Valenciana’, el más grande yacimiento de Plata del Nuevo Mundo. Regresa a Europa en 1804, visitando los Estados  Unidos y finalmente Cuba.
Llega a Europa y se encarga de difundir sus hallazgos, descubrimientos, teorías y metodologías con el rigor científico de aquella época, a toda la comunidad académica y de investigación europea, lo cual permitió darle un giro a la visión miope y muy pobre que se tenía de la América en Europa. Y de ahí que se le reconoce como un ‘redescubridor de América’.
Este gigante de la Ilustración ha dejado huella en mí, de manera muy profunda, dada mi formación agronómica y como docente en Ciencias Naturales.
Desde hace 30 años he tenido contacto con la Naturaleza, y esto me ha permitido conocer el estado de Querétaro de cabo a rabo, sus recursos naturales y su geografía. En los últimos años, en particular, el mundo subterráneo, donde muy pocos han tenido la oportunidad de estar.
Lo que en tiempos pretéritos fue un río subterráneo, ahora es una de las cuevas horizontales más largas conocidas en el estado: la Cueva del Agua, con 1,100 metros de longitud. Al final, una laguna producto de la infiltración del tiempo geológico, que da origen − fuera de la cueva enclavada en una montaña − a un maravilloso manantial. Todo esto en territorio de los municipios de Cadereyta y Peñamiller. Y qué decir del ‘queso Gruyere’ que es el territorio de San Joaquín: cuevas, minas, sótanos, dolinas y una hermosa pequeña cueva: el Nuevo San Joaquín, que si bien la más pequeña conocida, la más rica en espeleo-temas: estalactitas, estalagmitas y columnas de múltiples formas.
Con ese afán por el conocimiento, la exploración y la difusión, comunicación y extensión de lo hallado, en el Parque Nacional ‘El Cimatario’ encontramos la cueva-túnel ‘La Culebra’, que un principio se exploró con el objetivo de realizar la topografía del lugar, misma que se realizó.
Allí hallamos un tesoro vivo: una población de extrañas ranitas en la completa oscuridad. Y hace poco menos de un año, finalmente logré identificarla: Su nombre científico es Eleutherodactylus verrucipes. Se trata, pues, de una nueva localidad para esta especie endémica y amenazada, y es además la primera vez que se la encuentra en un ambiente extremo como lo es La Culebra.
En una colaboración para el semanario Libertad de Palabra, difundí este logro. Un aporte al inventario de la biodiversidad queretana:
http://www.libertaddepalabra.com/2012/11/vida-subterranea-en-la-culebra/

miércoles, 13 de agosto de 2014

Así escribo…

Ramón Martínez de Velasco

“Cualquier persona puede aportar su inteligencia o sus recursos tecnológicos para encontrar resultados de utilidad social”.

Durante el Primer encuentro estatal para la divulgación de la ciencia, tecnología e innovación, que se desarrolló en la ciudad de Querétaro hace nueve meses, dos universitarias propusieron dos acciones:
Una de ellas, aplicar una Encuesta sobre la percepción de la ciencia en el estado de Querétaro.
La otra, llevar la divulgación de la ciencia a la plaza pública.
Ambas propuestas tienen su antecedente en otras regiones, y ambas se parecen en que piden salir a la calle.
La segunda tiene mucho que ver con lo que se viene llamando ‘ciencia ciudadana’, aunque difiere en que no le pasa la estafeta a los ciudadanos, como sí ocurre en los sitios que apunto a continuación, y que han logrado excelentes resultados:

http://www.acercaciencia.com/category/cienciaciudadana-2/

http://conabio.inaturalist.org/

En este último, cualquier persona interesada participa con base en tres sencillos pasos: Captura, Comparte, Conoce.
El éxito está a la vista. Las imágenes así lo muestran y demuestran.
Gócenlas.





lunes, 14 de julio de 2014

IMÁGENES

Un poco de leche para El Batán



Autor: Marco Antonio Sánchez Ramos
Aspectos Técnicos:
Cámara Canon EOS 6D
Lente 24-105
Longitud focal 55


Tiempo de exposición 15 segundos

El escepticismo

Marco Antonio Sánchez Ramos

El aspecto que considero más importante del pensamiento científico es el escepticismo. Contrario a la definición popular que dice que el escéptico considera  que la verdad no existe o, peor aún, que  duda de todo, la etimología nos lleva por un camino mucho más interesante y dinámico. Escepticismo viene de la palabra griega Sképsis, que significa "observar con detenimiento", "indagar", es decir, el escéptico es aquél que observa cuidadosamente e investiga antes de emitir un juicio sobre algo, no es un ente pasivo que niega o duda de las cosas, él va en busca de ideas alternativas, contrastantes, novedosas, que amplíen su visión y le permitan comprender mejor. En la ciencia no se trata de creer ciegamente o dudar de todo, esos extremos no nos sirven para comprender nuestro mundo, se trata de observar de una manera distinta, de plantear los problemas desde otras perspectivas, de buscar explicaciones alternativas y para eso necesitamos ser escépticos y, a la par de esto, tener la libertad de expresar nuestras ideas, defenderlas, discutir las propuestas de otros y, en el proceso, ir consolidando, rehaciendo o desechando nuestras ideas originales. Si un gobierno, universidad o un profesor no promueven entre los ciudadanos el escepticismo, tendremos serias dificultades para tener personas que generen ideas novedosas, creativas y útiles para la sociedad. Se estará fomentando la formación de individuos que sigan reglas de manera acrítica, técnicos sin la oportunidad de generar innovaciones, repetidores de las ideas y métodos de otros y consumidores de los productos generados en otras partes del mundo.
Michael Shermer, ex editor de la Revista Skeptic, escribió un breve artículo sobre el escepticismo en la Revista Scientific American que tituló: El escepticismo como virtud (Shermer, 1998). Aunque recomiendo ampliamente su lectura, me parece que el título que escogió el autor es inapropiado, porque el ser escéptico no es una virtud, sino una obligación para todos aquellos que quieran desarrollar el pensamiento científico.











lunes, 30 de junio de 2014

Así escribo…

Ramón Martínez de Velasco

Yo he conocido cantores / que era un gusto escuchar. / Mas no quieren opinar / y se divierten cantando. / Pero yo canto opinando / que es mi modo de cantar.

José Hernández (La vuelta de Martín Fierro).

“Los reporteros reportan. Si no, escriben columnas”, apuntaba hace muchos ayeres el columnista Carlos Puig.
Ésta es una columna.
En este Blog no voy, pues, a reportar.
Me divertiré cantando, pero cantaré opinando.

Porqué siendo tú la ciencia / no me has comprendido a mí.

No soy, pues, un reportero que reporta, sino un reportero que escribe columnas.
Uno y otro nos dedicamos a muy distintas cosas, porque leemos con muy distintos ojos.
Para un reportero que reporta es ‘noticia’ una percepción de una realidad.
Para un columnista ‘percepción no es realidad’.
El reportero que reporta escribe como periodista.
El columnista escribe como ciudadano.
El reportero que reporta transcribe.
El columnista opina escribiendo.
El lenguaje del reportero que reporta está entrenado para ocultar.
El lenguaje del columnista está entrenado para evidenciar.
El reportero que reporta ve el árbol.
El columnista observa el bosque.
Con esa mira observé el Primer encuentro estatal para la divulgación de la ciencia, tecnología e innovación en Querétaro, en noviembre del año 2013.
Con esa mira escribí la ‘Memoria’ del Primer encuentro estatal para la divulgación de la ciencia, tecnología e innovación.
Con esa mira cantaré opinando, pues así es mi modo de cantar.
Así escribo… inicia, ahora sí, en la próxima entrega.

Fenómenos solares

En su viejo escritorio de metal, mi papá tenía pegado un letrerito:
“La fotografía no es alegre disparo, sino meditado enfoque”.
En esta ocasión les presento un Halo Solar y Protuberancias Solares, de la autoría del astrónomo aficionado Pepe Muñoz, radicado en la ciudad de Querétaro.
Desde la Ciudad de México, Fernando Martínez de Velasco nos envía un Arcoíris Doble.

Gócenlas.




Borgiana

En aquel reino, el arte de la cartografía había alcanzado tal grado de perfección que todo rincón de su territorio se encontraba dibujado con absoluta puntualidad en el espacio y en el tiempo. Los mapas narraban la realidad de modo que sólo la misma realidad los superaba: crecían, hablaban y se movían por medio de ingeniosos artilugios de óptica y relojería, y casi no había nada que no pudiera saberse sobre el país y su gente, si se tomaba el plano adecuado y se lo dejaba narrar, con sabor y precisión asombrosos, el trajinar de esos pueblos, el correr de sus ríos, los rumores que arrastraba el viento y aun las cavernosas entrañas de las cordilleras.

Por supuesto, la tarea de rehacer los mapas cada vez que algo cambiaba era considerada la más importante, luego de los oficios religiosos y, sin duda alguna, antes que el gobierno, la escuela y las demás artes. Y era sabido por todos que los príncipes sólo podrían tomar las decisiones más justas y apropiadas para sus súbditos si consultaban los mapas en forma cotidiana, auxiliados por las conjeturas de sus sabios. Así que los príncipes miraban y escuchaban, pero luego decidían – como siempre lo hicieron dondequiera – de acuerdo a las más variadas razones y circunstancias, y había – como siempre las hubo – maneras de interpretar toda suerte de conclusiones a partir de los mapas, que igual la realidad inclina a un lado y al otro las veleidosas mentes de los hombres... 

A. Bayona

lunes, 16 de junio de 2014

Así escribo…

Ramón Martínez de Velasco

“Cuando escribo no me detengo, porque si me detengo me alcanzo”: Efraín Huerta.

Ésta es un a columna de opinión.
Pertenece, pues, al terreno del periodismo.
No al de la divulgación.
No al de la difusión.
Tampoco al de la llamada ‘comunicación social de la ciencia y la tecnología’, aunque a ratos puede pisar ese almácigo.
A mi maestro de Géneros Periodísticos en la UNAM, don Fernando Benítez, le debo algunas recomendaciones que me fueron muy útiles para la profesión.
Una de ellas la adopté como filosofía de vida: “A mí no me interesa cuánto sabes. A mi lo que me interesa es cuánto entiendes”.
Rumié tanto aquella convicción de mi maestro, que un buen día caí en la cuenta de que en los diarios y en los noticiarios hay de todo, pero nada conduce a ningún lado.
También entendí que “el periodismo consiste en informar que ‘lord Jones ha muerto’, a gente que no sabía que lord Jones estaba vivo”.
Entendí, atónito, que en México hay periódicos sin periodistas.
Así que abandoné la reporteada y me incliné por la corrección de estilo.
Luego abandoné al ‘periodismo chatarra’ y me fui por el lado de la ciencia y la tecnología.
Donde hay de todo.
Y aquí lo iré destejiendo.

Tormenta perfecta


En esta columna siempre habrá imágenes.
Tengan o no que ver con el texto.
Para inaugurar este espacio, les muestro algunas fotografías.
Fueron tomadas en la carretera Querétaro-Ciudad de México.
El autor es hermano mío: Fernando Martínez de Velasco.

Gócenlas.





miércoles, 21 de mayo de 2014


Trabajo de creación de un logo: el símbolo de lo que queremos que sea la Red...




lunes, 19 de mayo de 2014

UN DECÁLOGO LIBERAL (BERTRAND RUSSELL)



1 No te sientas seguro de nada.

2 No pienses que vale la pena ocultar la prueba, pues con toda seguridad ésta saldrá a la luz.


Nunca trates de desanimar a que la gente piense, pues seguro lo lograrás.

4 Cuando te encuentres con una oposición, incluso si viene de tu esposa o hijos, esfuérzate por vencerla con argumentos y no con autoridad, pues la victoria que depende de la autoridad es irreal e ilusoria.

5 No tengas respeto por la autoridad de otros, pues siempre se encuentran autoridades en contrario.

6 No uses el poder para reprimir opiniones que consideres perniciosas, pues si lo haces las opiniones te reprimirán a ti.

7 No temas ser excéntrico en tus opiniones, pues todas las opiniones aceptadas ahora alguna vez fueron excéntricas.

8 Encuentra mayor placer en el disenso inteligente que en la aceptación pasiva, pues si valoras la inteligencia como se debe, lo primero implica una más profunda aceptación que lo segundo.



9 Sé sincero, incluso si la verdad es inconveniente, pues resulta más inconveniente cuando tratas de ocultarla.

10 No sientas envidia de la felicidad de aquellos que viven en un paraíso de tontos, pues sólo un tonto pensará que eso es la felicidad.

lunes, 5 de mayo de 2014

LA EVOLUCIÓN DE LA IMAGEN DE LOS DINOSAURIOS

 La reconstrucción de animales fósiles es una tarea difícil, pero los paleontólogos han sido cada vez más cuidadosos y tomado en consideración más datos y factores para llegar a reconstruir los ejemplares que hoy se ven en ilustraciones y museos.
Por una parte, cada vez se cuenta con más esqueletos, más completos y se estudian más a fondo las impresiones que dejan las implantaciones de los músculos en los huesos, con lo que se pueden reconstruir éstos, hacer analogías con animales vivos y suponer que los dinosaurios se veían y movían como ellos. También se encuentran impresiones de otras partes como piel o plumas; de huellas y nidos... Pero, recordemos, se trata de teorías y mañana –como ocurre tantas veces en la ciencia– podrían cambiar radicalmente.
Para ilustrar esto,  se presentan arriba diversas reconstrucciones del Deinonychus antirrhopus, primo más robusto (3.5 m de largo) del famoso Velociraptor de las películas. Los primeros huesos de este dromeosaurio (saurio corredor) se encontraron en 1931, pero sólo hasta 1969 se pudo armar un esqueleto más o menos completo. Poco a poco, la personalidad de este dinosaurio fue emergiendo: inteligente, eficaz y despiadado cazador en pequeñas manadas y con control de su temperatura corporal. 

Desde 2003 se sospechaba que, como muchos otros dinosaurios y, en particular, los de la familia a la que pertenece, Deinonychus tenía plumas, cosa que se confirmó en 2007. 

Así, vemos en la lámina como Deinonychus se fue convirtiendo de una especie de tiranosaurio con brazos largos y piel arrugada (en los 1970s), a un zopilote “punk” (fin de los 90s) y en la actualidad, a un tierno plumífero con mirada dulce (que no debemos olvidar que en grupos de 3 o 4, podía acabar con un animal mucho mayor en un par de minutos). 

¿Cómo serán las representaciones de Deinonychus de aquí a diez años? No podemos decirlo. Sólo los paleontólogos y los artistas se lo imaginan.